Viaje de fin de etapa con 64 alumnos de 4º de ESO. De la experiencia en este ¿hotel? (más bien motel u hostal) podemos decir que fue rocambolesca. Paso a enumerar momentos vividos. - En estos tiempos que vivimos, cuando en un hotel te dan una llave de las de toda la vida, ya puedes comenzar a pensar lo que te vas a encontrar. - El camino de la recepción/cafetería a las habitaciones es bastante largo y apenas iluminado. - Habitación cutre, muy cutre, como si no las hubiesen tocado desde los años 70 salvo una manita de pintura. Las fotos que muestran en la web no tienen absolutamente nada que ver con lo que es en realidad. - Al entrar por vez primera, te encuentras con un olor a humedad que echa para atrás, claro síntoma de falta de ventilación. - La puerta del baño cerraba con bastante dificultad. A la vez, la bañera con manchas. A reseñar que las escobillas del WC parecen ser un invento desconocido para este establecimiento. - Mobiliario 'demodé' con muebles destartalados y bastante viejos. - La cena del primer día más propia de un hospital o de un asilo de ancianos que de un hotel que acoge adolescentes (una taza de crema de verduras con picatostes y unos trozos de pizza recalentados con patatas fritas congeladas). Hubo que reclamar tanto al hotel como a la agencia de viajes por las protestas de los alumnos y de sus familias. - Los desayunos muy normalitos, con mucha bollería industrial y sin frutas o zumos naturales (sólo café, leche, cacao, cereales, algo de fiambre, pan de molde y pan del día anterior). En fin, lugar poco recomendable para aloj****
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