호텔 사라고사 로열(Hotel Zaragoza Royal)

Nice hotel centrally located, good service, good breakfast

El servicio estaba bien. Las habitaciones amplias y cómodas. Me falto algo de limpieza en el baño y es verdad que se escuchaba mucho tanto la calle como ñas otras habitaciones

This hotel is very old and tired, my room was small and dated. The shower wasn’t great. The location was okay but I wouldn’t out of choice stay here again. There were lots of restaurant locally and the breakfast was okay, but basic, not much English spoken.

I like that this type of hotels still exist, that hasn't redocrated themselves into being super expensive. Here you get a classic Spanish hotel very central and to a very good price. Easy to get around in Zaragoza - 20 minutes walk to both La Romareda and old town, and a tram station just outside. I hope they keep it like this and dont modernise and push up the prices cause this is perfect. Nice and helpfull staff too. Truly recommend staying here.

Very helpful staff and great location

Good location

Quartos espaçosos, chuveiros muito bons, tudo limpo. Há geladeira no quarto. A localização é excelente. Perto de tudo. O hotel dispõe de café da manhã por 10€ mas não experimentei. Check in rápido e simples.

Durante mi estancia había ruidos de obra desde tempranas horas de la mañana. El desayuno buffet es muy poco variado; los platos, tazas y vasos no estaban totalmente limpios. El minibar sólo contenía una botella de agua. La tele era pequeña, no estaba alineada con la cama y tenía muchos canales sin señal. La bañera era pequeña, no te puedes dar un baño tumbado. En dos ocasiones tuve que solucionar el problema de que la tarjeta no me habría la puerta. Tenía que desenchufar la TV y el teléfono fijo de la habitación cuando quería cargar 2 dispositivos

Viaje de trabajo, dos personas en sendas habitaciones. Pernocto la noche del 12 al 13 de julio. Llevaba contratada habitación y desayuno. Dejé hecho el pago por adelantado al realizar el check-in el día 12. El hotel en sí, sin ser pésimo, está notoriamente por debajo de la media nacional de un 3 estrellas: se le ve antiguo, apagado, muy necesitado de pintura y redecoración. Lo mejor, las dimensiones y limpieza de las habitaciones y la amabilidad de la camarera de habitación y la corrección de la recepcionista de la tarde-noche. Lo menos acorde a la teórica calificación de 3 estrellas: el baño y sobre todo el comedor, desangelado, con un desayuno más bien pobre, y carente de atención, ya que alrededor de las 10 a.m. compartía camarero (uno solo) con la aledaña cafetería a la calle del establecimiento. Hasta ahí, más acorde con un hostal o con 1 estrella que con un teórico 3 estrellas, pero creo sinceramente que aceptable al precio de 62€ en el mes de julio. Lo insólito vino después: había quedado a la mañana siguiente con un cliente, al que cité en el hall del hotel. Mientras, decidí bajar a tomar un café (nunca desayuno; tampoco en esta ocasión) en el comedor. El café, horrendo, y de hecho lo dejé en la taza porque era imbebible debido a un intenso sabor salado (sic). Unos minutos después me dirijo a la recepción para entregar la tarjeta y formalizar el check out. Y ahí vino la afrenta a manos de la recepcionista que estaba en el mostrador esa mañana (distinta repito a la de la tarde anterior): esta señora me inquiere para que le diga si tengo algún gasto y, en particular, si he desayunado, porque me ha visto salir del comedor y en ese caso tengo que abonarle 10 euros del desayuno. Sorprendido, le digo que no, que tomé (intenté tomar mejor dicho) un café y nada más, y para mi asombro, sin apenas mirarme, con un gesto desagradable y malencarado, muestra sus dudas y me dice que da igual que no desayune si he accedido al comedor: se adeudan 10 euros. Yo me planto, y educadamente le ofrezco ir a preguntarle al camarero (error mío), ante lo cual se va caminando a toda prisa hacia la cafetería, conmigo detrás (segundo error de principiante mío, repito, que nunca debí aceptar esa actitud de esta persona tan maleducada), y cuando el camarero viene (un señor mayor con igual actitud que ella), ni me mira, y a ella le dice que no lo sabe, que él "vio cosas" en la mesa del comedor. Ante mi negativa, rotunda, me cobra el café, 1,60€, que le pago en mano. Finalmente, cuando compruebo la reserva que hizo la empresa me confirman que incluía desayuno. Para mayor inri. No es tanto el error por su parte, impropio, como el trato, antipático y despótico, que esta señora se permitió exhibir. Nunca me pasó nada parecido, y en este hotel no me volverá a pasar.