Al llegar te dan las llaves y no vuelves a ver a nadie en toda la estancia. Las habitaciones están bien, pero si tienes la mala suerte de que te toque en el lado del bar... Adiós al descanso. Entre los coches entrando y saliendo y los clientes cuando gritan tomando algo hasta la 1 de la mañana en fin de semana, y los desayunos... Bueno. Si no vas a estar mucho en el hotel, entonces todo bien. Es difícil encontrar plaza si llegas a horas de comidas, cenas o aperitivos, lo ocupan los clientes del bar.
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