Hotel Miravalle

Mi familia y yo (más de 20 personas) tuvimos una experiencia absolutamente deplorable en este establecimiento. Desde que llegamos, el servicio fue pésimo. Había solo cuatro camareros para todos los clientes. Lo peor fue la actitud de una camarera. Se enfadó y nos echó una bronca monumental por no pedir todos al mismo camarero. Aparentemente, según ella, debíamos hacer todos los pedidos a uno solo, lo cual es absurdo y poco práctico para un grupo tan grande. Luego, nos trató con una falta de respeto alarmante. Su actitud era odiosa, y nos habló de manera grosera y despectiva. Fue extremadamente desagradable y ofensiva con toda nuestra familia. Nos cobró de más por un descafeinado no pedido. Esta camarera arruinó nuestra visita. La experiencia fue pésima de principio a fin. Nos sentimos despreciados y maltratados. Inaceptable que un establecimiento permita que su personal trate así a sus clientes. No volveremos jamás y desaconsejamos visitar este lugar.

No usé el hotel pero sí el restaurante para desayunar . Café y tostadas por debajo de la mediocridad. Precios por encima de lo que ofrecen. Camarero prepotente y malencarado. Ya me pareció que algo no iba bien cuando vi que no había nadie esperando a ser atendido. No vuelvo.

Restaurante Miravalle, en la Autovía llegando a Ourense desde Madrid. Más le cuadraba Mira y Vete. Camareros patibularios. Pido una ración de patatas bravas. Me traen una patatas fritas tipo bastón con unos churretes de color entre salmón y rosa por encima. Le digo al camarero que había pedido patatas bravas y me contesta que eso, allí, son patatas bravas. Las dejo tal cual y…qué creéis que ocurre? Efectivamente, aparecen en la cuenta. Los 3,5€ que menos me han sabido en la vida. Eso lo llamo yo un local que sabe ganar amigos, sí señor.