El hotel es original y con mucho encanto, el mobiliario de la habitación es muy cuco, mezcla de rústico y boho, la cama cómoda y una buena terraza con vistas fabulosas... pero la limpieza en general es mejorable, los espacios comunes están descuidados, y en nuestra habitación encontramos algún residuo bastante desagradable (muy desagradable). El desayuno es sencillo, variado pero con productos de calidad, digamos media. Creo que hay que comentar que el hotel está a 5 km. de Frigiliana, se accede por una carretera estrecha y sinuosa, aunque como contrapartida las vistas desde él son magníficas.
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