Hotel excelentemente situado, al lado del puerto. Habitaciones amplias, limpias y con unas vistas estupendas a la ría y el puerto. Todo muy limpio y cama cómoda con 2 almohadas.
Desayuno buffet bastante completo y correcto. La bollería un poco floja y cuando se acaban los alimentos estaría bien reponer porque si desayunas a última hora de algunas cosas ya no queda.
Eso sí el hotel está pid8endo una reforma las instalaciones están anticuadas (ventanas, suelos, azulejos, baños...)
Se agradecería un poco más de simpatía por parte de las personas de recepción excepto una trabajadora que no era española.
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