La anfitriona muy déspota, la suciedad extrema del apartamento, los objetos del apartamento en mal estado y rotos, la suciedad de la piscina y los bichos varios en el apartamento. En primer lugar, en relación a la anfitriona Nuria, fue al apartamento a decirme de malas maneras que no se pueden visitas, comentando que se vayan las personas de la visita y amenazándome diciendo que en la semana que esté alli no quiere ver más visita y que si me quedaba claro, creo que no son las formas de explicar que no se pueden visita, solo con comentármelo lo comprendería sin necesidad de amenazar, igualmente revisando, ni en las condiciones en booking antes de coger el apartamento ni en los mensajes de booking con los anfitriones aparece que no se pueden visitas, pero si tu vas y me lo dices con EDUCACIÓN sin problema no se realizan más visitas. Por lo que aconsejo a la anfitriona que en las condiciones antes de coger el apartamento se explique mejor, dado que una vez pagado, ya no se puede cancelar. Por un lado, la suciedad del apartamento, por lo que aconsejo que laven la vajilla antes de usarla, dado que nos encontramos tenedores y cucharas con restos de comida. Además, las sábanas te la ponen sucias y de otros hoteles, el sillón no le cabe más suciedad a pesar de que lo disimulan con una sabana. Por otro lado y muy importante, la puerta del baño no cierra, dado que está vieja y rota, por lo que si van con gente y la quieren cerrar es un poco imposible. Al igual que las sillas y la mesa de la terraza están rotas, por lo que hay que tener cuidado al sent****. Támbién, encontrará un espejo roto que intentaron solventar con plumas. Finalmente, comentar que en la cocina hay un nido de hormigas, también puedes encontrarte otros bichos como cucarachas y mosquitos. Además, que la piscina siempre de encuentra sucia, dado que el piscinero sólo va tres veces a la semana al igual que la limpiadora y hacen todo lo posible, por lo creo que deberían de contratar más limpieza al ser escasa.
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