El hotel queda en la parte sur de París, no tan cerca de la parte turística de la ciudad, pero está cerca de una estación de metro. Inicialmente, estábamos super preocupados por los comentarios de chinches en los cuartos, pero afortunadamente no paso nada de eso, pero se que a unos amigos que iban con nosotros, si tuvieron problemas con los chinches, parece que es algo de suerte. Los cuartos son algo pequeños: una cama, una barra para colgar chaquetas y una pequeña mesa con una silla y lucen algo antiguas las habitaciones. El agua caliente funciona bien. La calefacción no la usamos ya que no hacía tanto frío. Al baño le falta algo de limpieza, tenia mucho moho. El desayuno es buffet y es bastante bueno con diferentes opciones. El servicio del personal también fue muy bueno. Fueron muy amables. Solo un detalle para que tengan cuidado. Un día salimos todo el día y cuando regresamos, la puerta estaba entreabierta. Al parecer, la persona de la limpieza al salir, no cerró bien la puerta. Afortunadamente no se nos perdió nada, pero la verdad nos asustamos mucho.
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