레지던스 레알 델 카스티요 데 쿠리엘

What a quirky place to stay. Not everyday you can stay in a castle. The place is stunning with great views, helpful staff and nice food. The only part that let our stay down was the rooms required additional cleaning and updating as the rooms were out of date.

Celebrando mi cumpleaños pasamos la noche del 29 al 30 de marzo en este hotel. Pero … SORPRESA! La habitación que nos asignaron no correspondía con las imágenes de la Web Oficial, no cumpliendo con la categoría de las habitaciones que está pág Web oferta, a día de hoy 16 de mayo, siguen mal, reservé una doble superior ( pero la habitación que me dieron no correspondía a las imágenes y estaba destrozada, sucia y olía mal) Amablemente comunicamos la incidencia en la recepción del hotel que lejos de pedir disculpas por la incidencia y ante nuestro asombro, nos dijeron que la habitación cumplía con la categoría reservada, no nos quedó otra que dormir allí … adjunto las imágenes de polvo en la lámpara del baño, muebles rotos, paredes e incluso escalones que pueden producir caídas. No recomiendo el hotel por varias razones entre ellas, la falta de atención del personal de recepción y la dirección del mismo que no supieron estar a la altura de nuestra incidencia y por la suciedad y mal estado. En general el hotel está en un castillo pero la decoración tiene un “batiburrillo” de cosas de diferentes épocas que no le dan el encanto que esperábamos.

Un castillo histórico espectacular con unas vistas impresionantes en un lugar tranquilo. El personal encantador y un desayuno muy bueno. A destacar la amabilidad del personal que te narra de forma muy amena e interesante la historia del castillo. Lástima que no pudimos asistir a la visita guiada a las bodegas. Una estancia maravillosa para repetir.

Sin lugar a dudas este alojamiento es muy especial, muy muy especial. Sobre todo si buscas tranquilidad y alejarte de las rutinas diarias. Para empezar, su ubicación es espectacular, coronando la cima de un cerro, ya que se trata de un castillo roquero pensado para la vigilancia y defensa de los territorios circundantes. A los pies del castillo está el pequeño pueblo de Curiel de Duero y unas cuantas bodegas rodeadas de viñedos por todas partes. ¿Te imaginas mejor fotografía? Tras varios siglos de abandono quiso el destino que algunas personas interesadas en la recuperación del patrimonio decidieran restaurar este castillo y darle la utilidad que hoy tiene: uno de los mejores hoteles que conozco. La historia del Castillo de Curiel te la contará con mucho gusto Borja, un tipo súper agradable y atento donde los haya y que forma parte del personal del hotel. Y hablando de personal debo decir que el trato, amabilidad y atención de todo el equipo, de todos, son exquisitos. Magnífico desayuno buffet incluido en el precio. También cuentan con un servicio de restaurante para comidas y cenas que merece mucho la pena, con unos precios muy ajustados y una más que notable calidad en el producto. Por cierto, me permito recomendar a quien esto lea, que prueben el vino que ellos mismos producen, Viejo Coso, un roble joven con cuatro meses de barrica y D.O. Ribera del Duero. Y podría contar más cosas, pero para no hacerme tedioso finalizaré con una sentencia: tienes que ir a conocer la Residencia Real Castillo de Curiel. Lo vas a disfrutar seguro.

Lugar bonito, el trato inmejorable, el personal muy amable. Tranquilidad y buena comida. Es bonito poder alojarse en un castillo. Lugar diferente para relajarse y pasar unos días. Zona de la piscina bonita y tranquila. Buen trato de la carne, todo lo que probamos estaba muy bueno.

Una experiencia única, diferente. Curiel ofrece el aliciente de alojarse en un castillo pero en un ambiente familiar, cercano. Resulta muy agradable el patio cubierto, así como los salones, para charlas y sobremesas. Además de visitar la bodega del propio castillo y las del pueblo, la ubicación de Curiel nos permite visitar fácilmente las bodegas más importantes de la ribera del Duero. Nuestra estancia ha resultado muy grata y rica en experiencias. Muy aconsejable y con ganas de repetir.