El hotel está bien situado, a medio camino entre Murcia y Caravaca de la Cruz. Se accede muy bien ya que está junto a la carretera. Las habitaciones son cómodas, aunque les falta algún repaso (grietas, muebles viejos con quemaduras de cigarros, etc). El mayor problema es el ruido, y no de los coches. Pasillos con eco, muy molesto cuando pasa la gente. Si alguien en el hotel tira de la cadena, se oye en todas las habitaciones. Lo peor es que el servicio de limpieza comienza a "hacer" las habitaciones a las 8 de la mañana, sin tener en cuenta al resto de huéspedes, con lo que el descanso acaba pronto. Tienen demasiada prisa teniendo en cuenta que el check out es bastante más tarde. Por favor, cuiden estos detalles.
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