Me costó llegar porque el gps te lleva por caminos de tierra, pero una vez allí la casa es preciosa. Es restaurada, y preciosa. La habitación bonita y cómoda, además de barata. El colchón muy duro para mi gusto, y la luz de emergencia da tanta luz que parece que dejas una lámpara encendida para dormir. Esto en otro sitio haría que le diera poca puntuación, pero aquí, el trato de iara y su amatxu, fue tan bueno y me hicieron sentir tan como en casa, are no puedo menos que poner la máxima puntuación. De hecho no dan cena, y aún así fue a su casa y me hizo varias cosas con lo que tenia. Me compro cosas especiales para el desayuno, etc. Impresionante. Recomendado mil veces
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