엘 우에르토 델 아부엘로(Casa Rural y Spa El Huerto del Abuelo)

El sitio es muy bonito. Está decorado con mucho gusto y situado en un entorno precioso. La restauración es magnífica. La comida es deliciosa y la terraza que tienen para comer es muy chula. Los precios son muy razonables en general. El trato con el personal es bastante frío y a veces, incluso cortante, pero educado.

Hemos pasado la noche pasada en la casa rural y una buena experiencia Empezamos pasando el rato en la piscina q aunq no muy grande, la verdad súper limpia y se estaba de maravilla, luego el spa con el champán y el masaje de lujo. La cena de “10”, productos de primera y raciones generosas. El desayuno de hoy súper completo y delicioso La habitación y la casa Preciosas!!!! Volveremos

Nos decidimos por este alojamiento ya que nos llamó que tuviera un Solete Repsol y la verdad es que no decepcionó. Alojamiento limpio y decorado con muy buen gusto. Instalaciones completas y adecuadas y habitación limpia, cómoda y correcta y el trato de las personas que trabajan estupendo y muy profesional. Mención especial la comida de este lugar, excelente y sorprendente. Producto fresco, de calidad, comida tradicional con gran sabor y mimo de emplatado. !!Enhorabuena!!

Mal, muy mal, teniamos con ellos una reserva el dia 8 y hoy dia 6 nos la han cancelado sin explicacion, no sabemos si esa habitacion no existe o la tiene ya alquilada , ademas sin las condiciones que teniamos estipuladas, por favor revisar vuestra reservar no os vayan a engañar tambien, son unos impresentable, por supuesto sitio no recomendable

la verdad es que es una grata experiencia, ester restaurante se ubica en una casa rural, muy rural en uno de los preciosos pueblos *****s de la provincia de Guadalajara. Fuimos a comer y estuvo todo riquísimo, las migas, la ensalada, la carne.. un trato amable y un entorno de paz y buen paisaje. No es barato, pero compensa el ambiente y la calidad de los productos.

A finales de mayo de 2022, mi mujer y yo estuvimos en este lugar y quedamos totalmente encantados. El cantar de los pájaros era el único sonido que se escuchaba. La habitación limpia, cómoda y con vistas al monte. El desayuno abundante y rico. También cenamos una noche y el revuelto de setas y gulas y sobre todo la carne a la piedra, espectaculares. Mucha amabilidad por parte de los dueños. Fue una elección perfecta para ser la "base" en nuestra ruta por los pueblos *****s.