1- en la entrada tienen gel pero no hay nadie ahí, nadie toma la temperatura como en Fiesta Americana por ejemplo, solo está de adorno, nadie respeta la entrada, cuando llegué había como 40 jugadores de fútbol y entrenadores en el lobby amontonados, varios sin tapabocas y el gerente sin hacer nada al respecto. Nadie hace que se cumplan la normas. 2.- Los alimentos del desayuno son un riesgo, siguen poniendo los platos de fruta y los jugos sin protección alguna y al aire en la zona de buffet. Nuevamente el gerente brilla por su capacidad de control y empatía a una situación de riesgo. 3.- habitación limpia pero no da seguridad ni confianza, no se siente la desinfección, yo dudo que exista. Deberían en verdad rentar habitaciones en otros hoteles para que vean la diferencia, huele y se ve la desinfección. Quiten la alfombra por Dios, o lávenla por lo menos. Una almohada ya no olía bien. 4.- siguen llevándote el servicio a habitación en charola. En otros hoteles desde la cocina te empacan y sellan la comida y te la mandan con cubiertos desechables y servilletas de papel en una bolsa de papel engrapada. Parece para llevar pero te da una absoluta sensación de tranquilidad. 5- parece que las restricciones por COVID aquí las toman a juego. 6- cama cómoda pero, por lo menos en la 607 ya se siente la huella del tiempo en lado del buró se siente la curvita que la gente vamos dejando; internet bueno, regadera genial, no me atreví a poner nada en las superficies sin un trozo de papel higiénico debajo. 7.- el desayuno ayer buenísimo, hoy espantoso, ¿la respuesta del mesero? Hay otra persona en la cocina. O sea que es otra falla de la gerencia. No unifican la calidad ni la cantidad. En verdad hoy fué tristísimo y no iba a tomar fruta de los platos del bufete. 8- El día que llegué (12 Ags) y que estaban los futbolistas (cuando se fueron los 40 nadie desinfectó los sillones del lobby) me consta, pero el caso es que solo había una señorita en frontdesk, atendiendo las salidas de los jugadores, yo esperaba solo en la otra ventana del front, salió el gerente de la oficina, me vio solo esperando y se volvió a meter en su oficina. Quizá para el era más importante su seguridad que atenderme o evitar la terrible escena en el lobby. 9- viajo constantemente, pero mientras esto dure jamás regresaré a un Holiday inn.
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