호스탈 카스테베르드

Precisábamos un hotelito para hacer noche de camino hacia Cataluña. Hotel ubicado junto a la carretera de entrada a Vinaros. Parking gratuito. Habitación limpia y ordenada, con aire acondicionado. Dispone de piscina y bar. Muy buena atención del anfitrión. Es un hotel de los de antes, pero para una estancia corta nos vino fenomenal.

Lo único positivo fue el aire acondicionado en la habitación. Por lo demás, la experiencia NEFASTA!! Nos tocó una habitación sin ventana donde no había sitio para poner las maletas y la ventana del baño daba a una pared. Sólo teníamos un rollo de papel higiénico para 3 personas (nos quedamos 3 días y 2 noches) así que nos tocó usar kleenex porque ni te entraban a la habitación a reponerlo. El desayuno NO cuesta 4€ como pone en la web, sino 7,50€ porque según el señor que nos atendió "Eso ya lo valía el zumo de naranja exprimido" que ellos servian. Así que la información de la web no es verdadera. El hostal tiene piscina pero los horarios son de risa. Olvídate de darte un baño a primera hora de la mañana ya que hasta las 11am no te puedes meter. Otra cosa que no te dice la web es que para ir a la playa tienes que cruzar la carretera si vas a pie. Así que necesitas coche si o si sino quieres jugarte la vida, ya que el hostal está en una zona industrial. Ah!!y no te dejes olvidado nada por accidente!!porque no te lo devolverán. En fin, la experiencia muy mala!no lo recomiendo para nada!

Hotel perdido en la nacional, dónde para llegar a la playa tienes que cruzarla sin ningún paso para ello. Todo una aventura! Llegamos 30 minutos antes de la hora del check-in y nos mandaron a comer (al único bar que encuentras por los alrededores) sin darnos opción a dejar las maletas allí. Cuando al fin nos dejaron entrar, nos habían cambiado la habitación triple por dos habitaciones separadas. Enanas y sin luz natural. Cuando quise ir al baño mientras estaba en la piscina me mandaron a la habitacion dado que el bar no estaba abierto y no había más baños públicos. No nos dejaron pagar 6€ en tarjeta porque al dueño le venía mejor en efectivo, que no llevábamos y tuvimos que sacar solo para el. Por último y ya para rematar el último día no pudimos bañarnos en la piscina una vez hicimos el checkout porque tampoco le apeteció. En resumen, no volveré y no aconsejaría a nadie que fuera.