라 몬클로아 데 산 라자로(La Moncloa de San Lazaro)

In summary absolutely stunning. After a lovely walk through the vines, the hotel, the room, and in particular the lunch (which I would thoroughly recommend) which we had in the hotel was top drawer. The hotel at lunchtime was full of locals which I always think is a good sign.

Hemos ido a comer varias cosas de picar Pedimos los postres y uno de ellos, tarta casera de queso. Cuando la probamos, vemos que en la Roseta, hay dentro una mosca No solo es inaceptable sino denunciable ante Sanidad Se lo decimos a la camarera que la retira Al pedir la cuenta, vemos que nos cobran la tarta de queso

Para un fin de semana agradable. Las habitaciones muy bien. Limpieza buena. En cuanto a la atención por parte del personal extraordinaria. La cena fuera del comedor estupenda. La casona ( creo que antiguo hospital de peregrinos) muy bonita. En la tienda puedes comprar productos del bierzo.

Comimos en La Moncloa de San Lázaro el 18 de agosto y nos encantó. El restaurante lo tiene todo. Un edificio rural antiguo precioso decorado con mucho encanto. Tiene hasta un punto bucólico en verano. Comimos en la terraza bajo el parterre con una temperatura ideal (a pesar del calor que hacía fuera). Había hasta gorriones piando sobre nosotros. Nos pareció un lugar muy bello y agradable. No es súper económico pero la calidad es excelente y pagar por lo bueno no pica ni pesa. Es un restaurante perfecto para hacerse un regalito a uno mismo. Nos decidimos por el menú San Lázaro. 75 euros para dos personas y te quedas verdaderamente bien. No desperdicias comida y te vas completamente saciado. Trato espectacular por parte de la metre y las camareras. Una experiencia genial. Comida tradicional leonesa/gallega bien cocinada y con muy buena materia prima. Muy recomendable.

Increíble experiencia,en un local precioso,cuidado hasta el más mínimo detalle,probamos el menú tradicional y todo estaba buenísimo y unas raciones más que generosas,el servicio atento y rápido a pesar de que el local estaba hasta arriba de gente. Carta de vinos solo con referencias del Bierzo. Relación calidad precio difícilmente mejorable. Después de la comida puedes pasar al jardín y hacer en sus tumbonas una sobremesa magnifica. Nos ha encantado todo y volveremos sin ninguna duda.

Après 23 km de marche nous arrivons dans cette établissement. L’accueil et la réception se fait par la boutique de l’hôtel. Personnel aimable. Chambres spacieuses et confortables. Bonne literie. Salle de bain spacieuse mais malheureusement nous n’avions pas de bouchon pour boucher la baignoire, mais la douche reste fonctionnelle. Bouteilles d’eau et produits d’hygiène offerts. Repas du soir variés et copieux : congre, morue, joue de bœuf et belle pièce de bœuf à la confiture d’oignons. Tarte au fromage et tarte aux châtaignes en desserts. Nous nous sommes régalés malgré l’attente un peu longue entre les plats. Le petit-déjeuner simple mais bon (morceau de cake, tartines, confiture, fruit et jus d’orange). Bon rapport qualité/prix. Je recommande vivement.

Para nosotros siempre ha sido un puntal básico de nuestras comidas de fin de semana pero se lo están cargando poco a poco con la calidad y la preparación d las comidas. Hoy ya ha sido el culmen que se lleva cuajando desde la pandemia...el botillo estaba incomible ( otras veces ha sido comible pero con diarrea a últimas horas de la tarde), un olor a podrido y ya el sabor....ácido, muy ácido. Mi pareja lo probó y corroboro lo que ya olía. Lo comenté al camarero ( una nueva incorporación) y dijo que avisaria a la cocina...nunca mais. Siendo clientes habituales a la mesa no apareció nadie ni para excusarse ni para traer otra ración. Fin de la historia, cuenta completa sin descuento y ni un gracias y hasta luego. Hasta nunca me parece que les he dicho yo. Ya van más de una oportunidad que hemos brindado por, la simpatía del personal y el entorno, pero lo de hoy, no se lo perdono ni a este ni a ningún restaurante...que hay muchos. Una pena en el alma de verdad, estoy muy muy muy ofendida

Un lugar para desconectar y dejarse llevar. Bierzo en estado puro. Muy rico todo. Pulpo en su punto. Raciones generosas. Muy amables. Precios razonables. Entorno para ir más allá de una simple comida o cena. También tienen hotel y tienda de productos típicos (muy recomendable).

No es la primera vez que vamos a comer un botillo a este restaurante, y seguiremos yendo, el menu botillo está espectacular, de primero un poco de embutido de la zona acompañado con un pote (guiso), de segundo un trozo de empanada de batallón y unos pimientos y de tercero el botillo. Lo que te sobra te lo ponen para llevar sin tu decir nada, tiene afuera una buena terraza para tomar café y echar una siestecita antes de conducir o tomar una copa. El restaurante es superbonito, decorado con muy buen gusto.