Estuvimos 5 días a principios de agosto en este extraordinario espacio. Viajamos mi esposa y yo acompañados de mi hermana y su esposo. Es un pequeño viñedo muy bien cuidado, diseñado y localizado en el valle de Guadalupe. Sus instalaciones son modernas con un diseño industrial minimalista con toques de decoración sutiles que lo hacen en realidad muy acogedor. Cuenta con instalaciones para disfrutar eventos y una piscina en lo alto de su ladera que permite vistas maravillosas 360 grados a gran parte del valle que incluye un conjunto de mesas con un asador donde se puede realizar una reunión familiar. Los lofts y las villas cuentas con terrazas con vistas muy bonitas e impresionantes al amanecer y al atardecer. Cuentan con una carta de desayunos muy deliciosos y servicios que pueden ser servidos en varios lugares del viñedo, incluyendo tu propia terraza. Aunado a esto la atención personalizada de Guillermo, apasionado del valle y los vinos hacen una experiencia completa con sus recomendaciones muy acertadas sobre las vinícolas y opciones gastronómicas en la zona que difícilmente se ven en las reseñas. Para terminar ofrece una cata de vinos de su viñedo con vinos que realmente nos sorprendieron por su sabor y calidad. Nuestro último día nos ofreció una cena maridaje con el chef Willy del valle que fue realmente una experiencia gastronómica deliciosa acompañada de sus vinos. Sin duda regresaremos en familia.
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