El hotel está bien ubicado, a 800 metros de la estación de autobuses y frente al lago. La atención del personal fue muy buena, intentando solucionar cualquier inconveniente y evacuando las dudas de los huéspedes. Además de japonés, algunos trabajadores manejaban también el inglés aunque no siempre se les entendía totalmente. La habitación era amplia, cómoda y con una hermosa vista del lago. Había que descalz**** al entrar al dormitorio y se disponía de yukata para usar no solamente en la habitación sino en todas las instalaciones del hotel. El baño privado contaba con bañera y ducha integradas. Las instalaciones eran agradables, con un restaurante cómodo en el cual se sirven el desayuno y la cena, ambos de tipo buffet con una buena variedad de opciones. Cabe destacar que las mismas son principalmente de cocina regional, lo cual resulta aún más interesante. La zona de baños públicos (onsen) está limpia y tiene unas piletas amplias con agua a una temperatura bastante alta pero agradable. En síntesis, un excelente lugar para disfrutar de una agradable estancia en el lago Toya con una buena relación calidad/precio. Lo único negativo es que solo hay un onsen exterior, algo pequeño y cuyo uso se intercala siendo un día para mujeres y al siguiente para hombres.
최고예요
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