Uno de esos lugares con un gran encanto rural y con las comodidades necesarias para pasar unos días muy acogedores. Situada en pleno centro de Santa María del Tietar, ofrece tranquilidad y bonitos paseos por los alrededores. Y cerca de otros pueblos que también merecen una visita. Por si eso fuera poco, la atención no pudo ser mejor. Raúl y su pareja nos ofrecieron un trato personal, cercano, amable... Un lugar en el que realmente te sientes acogido. Estamos deseando conocer los planes de otoño que estaban preparando para volver.
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