포사다 레알 라 카르테리아(Posada Real la Carteria)

Un lugar ideal para hacer una escapada de fin de semana. Acogedor, con unas vistas impresionantes y un trato excepcional. Un ambiente tranquilo propicio para descansar. Ubicado en el casco viejo desde donde se ve el resto del pueblo y el río Tera

Antigua cartería remodelada en el centro de casco histórico. Encantador y con todas las comodidades de un hotel moderno, su cafetería/bar tiene una preciosa vista al río Tera mientras nuestra habitación tenia vista al casco antiguo. Varias opciones deliciosas de desayuno.

Hay un restaurante debajo de las habitaciones con una terraza que no permite el descanso e impregna todo de olor a fritanga. No se pudede abrir ni la contraventana porque te ven dese ahi. Una pena porque el lugar es precioso.

Fueron muy amables, Marimar, Temi cocina exquisito, y todo el personal que trabaja allí. Las habitaciones magníficas y muy bien ubicadas. Muy acogedor, pueblo de ensueño y la posada también. Repetiremos

Un sitio muy acogedor y precioso. El personal muy amable. Tuvimos una estancia perfecta en la suite. Sin duda nos quedamos con ganas de ir más días . Está en un entorno tranquilo y rural al lado del rio Tera.

Alojamiento en el casco antiguo, edificio emblemático, sin pretensiones ni lujos, pero súper recomendable. Limpio, cómodo, tranquilo y con lo necesario para pasar unos días. Estuvimos una noche porque íbamos de pasada y nos dio pena no poder quedarnos más. Repetiremos sin duda, el pueblo precioso y el lago de Sanabria al lado

Típico restaurante sanabrés. Excelente comida y personal muy profesional y agradable. La dueña fue muy amable y el camarero Tito nos hizo la estancia más amena con su simpatía. Muy recomendable. Somos una familia de Albacete y encontramos gente así tan lejos de nuestra casa mejora la experiencia de nuestro viaje.

Que nadie piense que es un hotel de cinco estrellas, es una posada real, un establecimiento de turismo rural situado en la calle principal del casto antiguo de Puebla de Sanabria y, por lo tanto, no hay salones despampanantes, porteros uniformados, alfombras en el suelo ni recepcionistas que hablen cinco idiomas. Es un caserón del siglo XVIII muy bonito, tranquilo, perfectamente restaurado, con todos los servicios y unas habitaciones muy amplias y agradables. Un sólo pero: el servicio de cafetería y desayuno se podría mejorar.

Antes de nada, es necesario hacer notar que no se trata de un hotel, de manera que nadie se espere salones inmensos, lámparas de cristal, alfombras persas ni personal de recepción que hable seis idiomas. Es una posada real, un establecimiento de turismo rural al que, en este caso, se le da una calificación de cinco estrellas. Y no está nada mal: una casona del siglo XVIII muy bien restaurada, muy bonita, con unas habitaciones grandes, cómoda y con una situación inmejorable. Si no le doy la calificación máxima se debe, únicamente, a que la atención y el servicio de cafetería es bastante lento y deficiennte