Nuestra estancia en Cal Carulla fue genial, recomendamos la casa rural especialmente para familias. Nos encantó poder dar de comer a los caballos ya las gallinas cada mañana, disfrutar de la piscina y del ping pong. Llevamos nuestras bicicletas para realizar excursiones por los alrededores, eran rutas fáciles y nos permitieron disfrutar de los bosquetes, campos y de los impresionantes molinos de viento. La casa de la Hiedra, fue cómoda y acogedora, con todas las comodidades necesarias. Fue un plus que la casa tuviera aire acondicionado y smart TV. Sin duda, un sitio ideal para una estancia relajante y divertida. ¡Gracias por su atención!
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