Estuvimos alojados de jueves a domingo la pasada Semana Santa. Nos recibió José Antonio, el propietario. En un estilo cercano nos ayudó a organizar la agenda para esos días. Nos acompañó a nuestra habitación, "Rocío" que nos gustó mucho. Todas las instalaciones del hotel están genial, decoradas con gusto y bien pensadas. El desayuno atendido muy amablemente por Carmen estaba muy rico. Tiene un restaurante en el hotel que es una buena opción para algún día, atendido por un gran equipo. Recomendable el chuletón de vaca gallega. Está situado en el centro del pueblo y algún día optamos por cenar de tapas en alguna terraza que está cruzando la calle. Esta bien ubicada para desde ella visitar bodegas, miradores, parador de Santo Estevo y embarcaderos del Sil, así como visita a Orense. Gracias José Antonio por todo, deseamos que os vaya muy bien.
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