El apartamento que nos tocó estaba mal equipado. En la cocina el menaje era bastante escaso, no había ni un abridor, ni tazas para el desayuno, sólo un enchufe, o ponías el microondas o el tostador, las dos cosas a la vez imposible. La calefacción no se podía regular, o la encendías hasta que hacía un calor insoportable y abrías la ventana o la apagabas. Las cortinas del salón estaban una medio descolgada, por la que entraba toda la luz cuando amanecía y la otra llena de agujeros. Las camas sin colchas ni edredones, sólo con la sabana y una manta, además incomodisimas, una cama individual con el colchón hundido y una litera que hacía un ruido insoportable cada vez que alguien se movía. El baño sin calefacción, ni alfombra de baño ni unos tristes geles de cortesía. Nada recomendable la verdad, he dormido en sitios mucho mejores por precios similares.
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