Buscábamos un lugar donde desenchufarnos, lo encontramos en ALMA PAMPA. Un paraíso rural muy cuidado, donde desayunas, almorzas y cenas en la galeria de la cabaña, con vista a la laguna, donde escuchas a los pajaros, donde descansas. Excelentes anfitriones Nestor y Gabriela, siempre con una sonrisa, todas las mañanas te traen el desayuno, siempre atentos a las consultas, desde una carnicería para recomendar o un odontólogo. Sin dudas, volveremos.
번역