Elegimos este hotel porque la habitación era un apartamento y fue un acierto. El hotel es moderno y está bien conservado. Muy cerca tiene la parada de metro de Spittelmarkt y también se puede ir caminando a varios lugares de interés de Berlín, como Alexanderplatz o la puerta de Brandenburgo, a unos 15-20 minutos a pie; en verano el paseo debe ser muy agradable. El personal de recepción educado y correcto, incluso había una recepcionista alemana que hablaba español. Nuestro apartamento tenía dos habitaciones dobles amplias, un sofá cama en el salón, una cocina estupendamente equipada, un baño con ducha y bañera, un pequeño aseo y una terraza-balcón. La limpieza de la habitación, estupenda. Mi único "pero" es para el buffet del desayuno, que resultó ser muy muy muy escaso en cuanto a variedad y cantidad. En definitiva, un hotel correcto, con una buena relación calidad-precio si no buscan lujos.
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