El hotel está bien y para pasar un fin de semana tranquilo lo recomendaría, a pesar del calor, en la piscina se está bien, y la terraza para cenar es agradable. Habitación con aire y cómoda. Pero no le pongo más nota porque al contrario de lo que leí en los comentarios, la comida me ha decepcionado. Mi pareja y yo fuimos con un bono de Smartbox que incluía cena y desayuno. En el bono, la cena incluía entrante, primer plato y postre. Para nuestra sorpresa, tanto el entrante como el plato nos lo pusieron para compartir, bastante cutre. El entrante fueron unas croquetas congeladas y el plato unos filetes de presa a punto de ponerse en mal estado, yo dejé el mío. Esa noche era barbacoa en la terraza e imagino que con el bono se quisieron quitar esa carne de encima, pero fue poco elegante no dejarnos elegir con toda la variedad de carnes que tenían en el mostrador, y aunque fuéramos con el bono, el bono nos costó 150€. Por otro lado, el desayuno es flojísimo. El jamón York es puddin, el café de cápsulas y la fruta pasada. Sentí que todo el encanto del hotel y sus alrededores quedó manchado por estos detalles. Creo que podrían mejorarlo.
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